Berlín-París. Cuando decenas de miles de personas salieron a las calles de todo el mundo el 13 de octubre en apoyo a los palestinos, todas las protestas de este tipo en Alemania y Francia fueron prohibidas.
Los dos países, hogar de las comunidades judía y musulmana más grandes de la Unión Europea, han tomado medidas enérgicas contra los grupos pro palestinos desde que militantes de Hamas irrumpieron en la frontera desde Gaza y mataron a más de 1.400 israelíes el 7 de octubre.
Los gobiernos dicen que las restricciones tienen como objetivo detener el desorden público y prevenir el antisemitismo.
El Ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, impuso una prohibición a nivel nacional de las protestas pro palestinas la semana pasada, citando el riesgo de desorden público. Nueve han sido prohibidos en París desde el 7 de octubre.
Durante el fin de semana, la policía de París prohibió la «presencia y circulación de personas que se presenten como propalestinas». Desde el 12 de octubre han impuesto 827 multas y detenido a 43 personas.
En Alemania, la policía de Berlín aprobó dos solicitudes de protestas pro Palestina desde los ataques iniciales de Hamás, dijo un portavoz de la policía. Ambos fueron propuestos como vigilias silenciosas.
Pero al menos a siete, incluido uno llamado Judíos berlineses contra la violencia en Oriente Medio y otro titulado Jóvenes contra el racismo, se les negó el permiso. Al menos 190 personas han sido detenidas en protestas.
Los gobiernos francés y alemán dicen que necesitan proteger a las comunidades judías dado el aumento de la violencia antisemita desde los ataques de Hamás, considerado un grupo terrorista por la UE y varios países.
En Alemania, el problema es particularmente grave debido a la matanza de seis millones de judíos europeos en el Holocausto a manos de los nazis.
«Nuestra historia, nuestra responsabilidad por el Holocausto hace que sea nuestro deber en todo momento defender la existencia y la seguridad de Israel», dijo el canciller Olaf Scholz a los legisladores la semana pasada.
Darmanin dijo el martes que se habían producido 327 actos antisemitas en Francia desde el 7 de octubre, con 183 arrestos por antisemitismo o apología del terrorismo.
Los grupos de derechos humanos dicen que las comunidades judías deben ser protegidas, pero les preocupa que se repriman las protestas legítimas.
«Las leyes de derechos humanos no permiten al gobierno decir en términos generales que existe preocupación por la violencia y utilizar eso como justificación para prohibir las protestas», dijo Benjamin Ward, subdirector de Human Rights Watch.
«La cuestión es si es proporcionado, y ahí es donde creo que hay preocupación».
Hungría y Austria también han bloqueado las protestas pro Palestina desde el 7 de octubre, mientras que en el resto de Europa se han celebrado grandes manifestaciones de apoyo a los palestinos con pocas restricciones.
Con unos 30.000 palestinos, Berlín tiene una de las comunidades de diáspora más grandes fuera de Medio Oriente, y la ansiedad por lo que está sucediendo en Gaza es alta.
En una protesta no autorizada en Berlín la semana pasada, los palestinos que hablaron con Reuters dijeron que se sentían nerviosos al hablar, temerosos de ser etiquetados como pro-Hamas en un país donde apoyar a Israel es sacrosanto.
«Siento que en Alemania no se nos permite decir lo que pensamos», dijo Saleh Said, al margen de una reunión no autorizada.
Un alemán de 32 años nacido de padres palestinos, dijo que condenaba la violencia de Hamás.
Las autoridades educativas de Berlín dijeron la semana pasada a las escuelas que podían prohibir a los estudiantes usar el pañuelo palestino Kufiya y pegatinas de «Palestina libre».
Los gobiernos alemanes posteriores a la Segunda Guerra Mundial han mantenido estrechos vínculos con Israel debido al Holocausto.
Felix Klein, el defensor del pueblo de Alemania a cargo de la lucha contra el antisemitismo, dijo que la historia del país obligaba a estar especialmente atento.
Incluso antes del ataque de Hamás a Israel, Alemania estaba restringiendo las manifestaciones pro palestinas, y las autoridades de Berlín prohibieron varias por motivos de seguridad pública.
Amnistía Internacional dijo en septiembre que las justificaciones de la policía alemana para prohibir grupos propalestinos parecían estar basadas en «estereotipos estigmatizantes y discriminatorios», citando referencias en órdenes policiales a personas «de la diáspora árabe, en particular de origen palestino».
En Francia, los grupos propalestinos también enfrentaban restricciones antes de los ataques.
El año pasado, un intento de prohibir dos organizaciones, Collectif Palestina Vaincra y Comité Acción Palestina, fue anulado por un tribunal superior que dijo que sus posiciones «audaces, incluso virulentas» no constituían discurso de odio o terrorismo.
El ministro del Interior, Darmanin, anunció que había iniciado procedimientos judiciales por «antisemitismo, apología del terrorismo y apoyo a Hamás» contra 11 organizaciones, entre ellas el Collectif Palestina Vaincra y el Comité Acción Palestina. Ambos niegan las acusaciones.
El miércoles, en respuesta a una apelación contra las instrucciones de Darmanin, un tribunal dijo que las autoridades locales deberían prohibir las protestas caso por caso. Una protesta en París el jueves por la noche fue autorizada en el último minuto después de que un tribunal anulara la decisión de prohibirla.
En un memorando sobre una serie de protestas la semana pasada, los servicios de inteligencia franceses dijeron que atraerían «elementos radicales de la ultraizquierda, cercanos a los movimientos islamistas y jóvenes de barrios sensibles».
Las personas que hablaron con Reuters en una protesta prohibida en París el jueves pasado dijeron que la medida del gobierno para impedir las reuniones de palestinos era injusta pero no sorprendente.
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