Madrid. Los agricultores españoles conducían tractores por las calles de las ciudades, interrumpiendo el tráfico el jueves mientras intensificaban sus protestas contra los crecientes costes, la burocracia y la competencia barata fuera de la Unión Europea.
Las protestas, que comenzaron espontáneamente el martes después de extenderse a otros países de la UE, cuentan con el respaldo de las tres principales asociaciones de agricultores del país.
En la ciudad norteña de Vitoria, los manifestantes tocaron cencerros frente al parlamento regional vasco mientras policías con equipo antidisturbios custodiaban el edificio.
Decenas de tractores rodearon el parlamento regional de Barcelona después de que sus conductores pasaran la noche en el centro de la ciudad.
El tráfico se vio interrumpido en ciudades más pequeñas de todo el país, incluidas el centro de Ávila y Antequera en el sur.
Los agricultores españoles se han unido a sus pares de Alemania, Francia, Italia y Bélgica, donde las protestas a veces se han tornado violentas.
Los agricultores de toda la UE afirman que las normas para proteger el medio ambiente los hacen menos competitivos que los agricultores de otras regiones. También dicen que están asfixiados por los impuestos y la burocracia.
Grandes cantidades de importaciones desde Ucrania, para las cuales la UE ha renunciado a cuotas y aranceles desde la invasión rusa, y las renovadas negociaciones para concluir un acuerdo comercial entre la UE y el bloque sudamericano Mercosur han avivado el descontento por la competencia desleal.
El Ministerio del Interior español dijo que la policía detuvo a 12 personas durante las protestas del miércoles que incluyeron bloqueos de varios grandes centros de distribución de mercancías. El gobierno y las asociaciones de minoristas no esperan una escasez de alimentos inminente.
La federación de transporte FENADISMER dijo que los bloqueos afectaban a más de 80.000 camiones.
Desde el martes, los agricultores españoles han bloqueado carreteras y puertos en Málaga y Castellón y bulevares en Barcelona y otros lugares.
Las protestas llevaron al gobierno a distribuir 269 millones de euros adicionales (290 millones de dólares) en subsidios para hasta 140.000 agricultores y a que la Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, descartara un plan para reducir a la mitad el uso de pesticidas en el bloque.
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